
Blanco, blanca. ¿Qué imagen os viene a la cabeza? ¿Una nube? ¿Un vino fresquito? ¿Un vestido de novia? ¿Un oso polar? A mí, en este julio caluroso, me hace pensar en una horchata bien fría, no importa si valenciana o de México (¡me apasionan ambas!) y en esta página en blanco que siempre me intimida tanto. ¿Lograremos contaros curiosidades interesantes y aprenderéis alguna palabra o expresión nueva? ¡Esperamos que sí! Vamos allá.
Como veis en la primera imagen, se trata de un germanismo adoptado ya en el siglo XII. Son muy pocas las palabras de origen germánico que se quedaron en el castellano de la Edad Media y casi todas estaban relacionadas con la vida cotidiana y la guerra: guardia, espía, casta, tapa, brote, ropa…
De hecho, la expresión ʻir de punta en blancoʼ que hoy indica que nos hemos vestido con esmero y con lo mejor que tenemos en el armario porque un evento lo merece, originalmente nada tenía que ver con trajes ni fiestas, sino con armaduras y espadas: hacía referencia a llevarlas bien limpias y relucientes.
Vaya, si hoy nos preguntan qué simboliza el color blanco, entre muchas otras cosas podríamos mencionar la paz, pero ni de lejos la guerra, ¿verdad?
Relacionamos el color blanco con la luminosidad y la limpieza -como la gustosa blancura de la mayoría de las sábanas y toallas de los hoteles-, con la nieve, con la leche, el algodón, la sal, las perlas…
Pero, además de describir el color de todo eso, se usa para identificar variedades con un color más claro que otras de su misma clase: vino blanco (frente a tinto o rosado), pimienta blanca, uva blanca, etc. U otras variedades que nada tienen que ver con el color: arma blanca (y no de fuego), humor blanco, magia blanca, etc. En la imagen podéis encontrar más ejemplos, ¿los conocéis todos? ¿Conocéis otros?
En Venezuela, por ejemplo, ʻagua blancaʼ significa ʻpotableʼ; y en Argentina, ʻviento blancoʼ se refiere a una ventisca de nieve.
Por otro lado, el sustantivo ʻblancoʼ se refiere al punto o al objeto al que dirigir algo que se lanza -como el centro de la diana en el tiro con arco-, también en sentido figurado. Así, decimos ʻdar en el blancoʼ o ʻser el blanco de todas las miradas, críticas, burlas, bromas…ʼ
Una blanca, aparte de ser la nota musical que dura la mitad de la redonda (𝅗𝅥), en el pasado designaba a una moneda de plata. Seguramente venga de ahí la expresión ʻestar o quedarse sin blancaʼ, es decir, sin dinero.
Parece que finalmente he vencido a mi miedo a la página ʻen blancoʼ. Por cierto, en ese mismo sentido se usa también dar ʻcarta blancaʼ o un ʻcheque en blancoʼ con el significado de darle a alguien autorización para que haga lo que crea conveniente en una situación, aunque roce o incurra en una ilegalidad. Por otra parte, si se aplica a una persona, hace referencia a no conocer, no recordar, no saber qué decir o sin dormir: quedarse en blanco, pasar la noche en blanco. Es decir, que el blanco se convierte en ausencia… de palabras, de ideas o de sueño.
En fin, podría parecer una palabra simple, neutra, vacía… Y si pensamos un poco en ella, nos damos cuenta de que es uno de los colores más cargados de significado y que forma parte de más expresiones. En una entrada como esta no hay espacio para hablar de todos sus matices y simbolismos, ¿quieres añadir alguno en los comentarios? ¡Nos encantará leerte!
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